Los refutadores de leyendas analizan, observan, critican, manifiestan, constatan, pasan facturas.
Que si Messi, que si Verón, que si Demichelis, que si este o ese.
Realizan análisis tácticos, estratégicos y ponen -con el resultado puesto- su "yo lo había dicho" en las narices de nosotros.
Necesitan explicar y analizar y derrochar rios de tinta y buscar adjetivos.
Yo no.
Yo soy, simplemente, un hincha triste.
Dolido por la derrota, por esa puta maldición que nos persigue.
Dolido sobre todo por EL.
Yo quería -lo he dicho varias veces- que Argentina fuera campeón por EL.
Y en el intermiable abrazo que le dió a Dalma me sentí abrazado por EL.
Y ahora vuelve la inseguridad a la tapa de Clarin, como para clavarnos a todos los que soñamos un puñal y revolverlo.
Ni el duelo nos dejan hacer estos hijos de puta.
Dejame llorar, carajo. Despues sigan con sus operaciones.
Pero ahora, déjenme decir que estoy triste, nada mas que eso.
Triste
1 comentario:
Deben ser los gorilas...
Nada hará cambiar mi amor por Diego... Yo lo amo desde Japón del 79, y cada vez el amor fue en aumento...
Besos
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