29 de octubre de 2007

CRISTINA


El chiste alguna vez le causó gracia a Cristina Fernández: Bill Clinton y Hillary paran con su auto en una estación de servicio, y el empleado que los atiende resulta ser el primer novio de ella. Cuando se van, Bill le dice a Hillary: “¿Qué serías vos, hoy, si te hubieras casado con éste?” Y ella, displicente y sin mirarlo, contesta: “Naturalmente, Primera Dama”.


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