¿Y si el ómnibus se detenía, si el chofer hubiera frenado, si no hubiera seguido su marcha y el tren hubiera seguido la suya sin encontrárselo en las vías? ¿Y si no hubieran coincidido uno y otro, si el tren se hubiera atrasado unos minutos, si el ómnibus se hubiera detenido un instante en una estación de servicio de la ruta por cualquier ínfimo motivo? ¿ Y si todo hubiera sido correcto y hubiera transcurrido con la lógica esperada? ¿Y si en vez de ese chofer hubiera conducido otro? ¿Y si no hubiera estado allí ese cruce de vías, o no hubiera pasado justo ese ómnibus? ¿Y si en vez de morirse todos se salvaban milagrosamente?
El “si hubiera” no sirve cuando los dados han sido echados....
El “si hubiera” no sirve cuando los dados han sido echados....
De la nota de Orlando Barone, hoy en Radio Continental.
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