16 de febrero de 2009

Fachito

Como lo he dicho en alguna otra oportunidad, el tema de los abusos a menores sacan a la luz mi costado mas facho. Ese que dice "hay que castrarlo".
El cinismo del hijo de cincuenta millones de putas de Corsi (por si faltan datos, acá está su descargo en su página web) me saca de las casillas.
Estoy en contra de la pena de muerte. No creo que resuelva el problema.
Tampoco creo que sea poniéndole un micrófono a las víctimas y preguntandoles "¿y usted que haría?" como se debaten los temas.
Obviamente que un familiar (padre, madre, niño) pedirá a los gritos la pena de muerte.
Yo mismo me imagino respondiendo así en una situación similar.
Sucede que una sociedad civilizada no resuelve sus temas con sentimientos de venganza.
Aunque, con gusto, sería yo mismo la mano ejecutora de ella.
Tan contradictorio como claro. ¿Quién dijo que no puedo ser contradictorio?

1 comentario:

El Conde de Dinamarca dijo...

Ah sí sí sí!!! El enano facho lo tenemos todos.

Los violines y el medio pelo son los que normalmente me lo sacan a flor de piel. Aunque ayer leía una nota de Joaquín Morales Solá (hay que leer lo que uno quiere criticar), y ciertamente también me saca ese sentimiento enagenado.

En fin, comprendidísimo, y muy correcto admitir que uno puede ser incoherente por momentos.